sábado, 21 de abril de 2007

punto

Corro por las calles del centro. Corro junto a los niños que en la madrugada espantan a los pájaros dormidos con sus patadas de pelota neuronal. Corro con el viento nocturno del verano veneno de las catedrales más viejas. Corro sin detenerme y mi cara se estrella contra el viento, contra los asientos traseros, contra las esquinas desiertas. Corro probando a qué sabe mi saliva, a qué sabe cuando cierro los ojos, a qué sabe cuando me pienso. Corro estirando los brazos y olvidando las piernas. Arriba el techo muy, pero muy alto, dispara las luces de la ciudad que revienta departamentos estrechos. Corro mirando y sin mirar. La gente sale de los sitios, de los bares, de las casas, de los cementerios. Yo sigo corriendo; corriendo sin parar. Mi corazón, mi corazón está implotando, reventando, escamoteando-se para aguantar: válvula de escapes inciertos, burbuja espinosa que florece, armazón vivo de laberintos arteriales inexplicables. Hay unos caballos en la esquina, con los gendarmes encima hieráticos. Paso junto a ellos, airosa, corriendo. Qué ganas de montarme al caballo y subir hasta la luna. Qué ganas de hablarte por teléfono ahora, de oír tu voz tibia. Pero estoy corriendo; corriendo como alma que lleva el diablo, sin vírgenes ni dioses ni hospitales. Estoy corriendo y se me ha olvidado llamar a casa, se me han olvidado los cuentos, el viejo y el mar y la licuadora. Voy siguiendo mi estrella, persiguiendo mi alma. Mi toda yo completa, mi pequeña flor y mi pequeño pájaro resguardado en lo que nunca es. Voy corriendo, volando los escaparates de muñecas preciosas y las joyas de los reyes. Esquivando a los astronautas uniformados, a las falsedades enemigas de los desconocidos que miran con sus ojos desorbitados. Ya no tengo miedo, pienso. Ya no tengo. Hoy, que voy corriendo, no tengo. Qué ganas de hablarte por teléfono y lanzarme contigo corriendo al centro


[Para mi pequeña estrella
que habló de la "disociación"]

2 comentarios:

pk dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Ingrid Solana dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.