sábado, 10 de febrero de 2007
sin encuentros
el miedo engrosa como alfiler las escaleras. muerdes la manzana. te sientas frente a mí y observas. estás atento a mi cara, a mi casa, a mis cosas. puedes ser tú o ella. hablas o escupes: la parafernalia del inseguro, el temblor de tierra, la aguda sentencia marsupial del caído. trato de encontrar algo de 'cinismo' en todo ello. más bien es que cuando nos sentamos frente al otro pareciera que estamos dentro de él. una especie de fusión extraña. hay una interferencia, sin embargo, es una serpiente que retuerce todo eso que está entre nosotros. estamos en una película, en una mala obra..., esto es una malabroma. estás con tu rostro lunático mirando. la ventana se cierne sobre nosotros. hay palabras entre nosotros, se podría decir, que aunadas a las miradas, son todo lo que hay. ¿cómo es que te decides a querer desde allí, desde tu butaca de simple espectador? yo, por mi parte, bajo la locura del sueño o del ensueño, nunca se sabe, pienso que tú y ella son hermosísimos, en realidad; pero lejos de aquella comunión de la que hablan los poetas cuando remiten al origen -desde la imposibilidad más imposible-, esto no es cosmicidad. Hay miradas, dice Milán, se podría decir que es todo lo que hay.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Bueno, lo cósmico tiene, como todo creo yo, al menos dos aproximaciones: o bien es la "esperanza" que te da la posibliiadad de creer que el universo es ordenado, pese a todo, en tanto que todo en el universo trabajaría como se supone una ley inaccesible al entendimiento humano lo determina para el beneficio de todos los elementos que lo componen; o bien como la peor de las desgracias para la individualidad y la inteligencia del hombre en tanto que hablar de un vínculo cósmico entre todos los elementos que componen al universo, deja fuera la posibilidad de que los individuos existan como seres pensantes capaces de transformar el medio que los contiene, no se diga ya que tuvieran control sobre sus actos o sobre el lenguaje.
Y la mirada, ¿cómo "veran" los ciegos de nacimiento? ¿Será que de plano "ven" negro como en las películas?
Como que la mirada deforma, o mejor dicho, es la perspectiva. Un ejemplo son las letras. Yo escribo aquí y tú lees allá.
qué?...y el post del día?
Publicar un comentario