Para K
te insertas mutilante en mis resquicios. con tu mirada tibia recorriendo minuciosamente la tarde calurosa
tu ojo izquierdo se dilata lentamente
acariciando
las hojas de los árboles que están más allá de las ferias y los circos penetras, incisivo, todos esos pequeños pensamientos silenciosos
esas minucias paradojales de fingidos arqueólogos
esas vocecitas mustias que escapan de los asfixiantes contornos
las navajas continúan ascendiendo
con su triste afiladero de tijera
pero un horizonte abierto e inflexible
se le escapa a la retina
un horizonte de círculos extendidos entre todo esto desierto
un paraje poblado de pequeñas lucecillas amarillas
está cantando el ojo
está cantando
me inserto mutilante en tus resquicios, simulando comprender lo que sucede
lo que yace tranquilo en la pupila, en ese mar abierto que me ofreces
cuando aprieto tu mirada contra la mía
me acerco a ti como a la estrella
como al oráculo despierto que ilumina
este pensamiento minúsculo que nos atrapa
infinito, en los más terribles días
el ojo frágil descansa en mi mirada
mientras muy lejos los surtidores arquean el viento
y lo hacen trizas
la pupila se me clava en las ideas, en las palabras
en el cuerpo que se extiende placentero a recordarte
en la mano que toca
en el vientre que arde
tu ojo penetra mis tardes sencillas, mi casa vacía y en el silencio, el mundo se vuelve habitable
viernes, 16 de febrero de 2007
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2 comentarios:
gracias, niNa. te dejo un beso fuerte. otro di'a con calma -y en persona- te comento tu poema. besos ma's.
(ya decidí que te voy a mandar mi comento por mail. ahí te va) beso
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